Barcelona era una fiesta. Y el que también lo vivió así fue Lionel Messi, que tuvo una noche de jugador/hincha/ídolo. Es que marcó, celebró como un hincha más-tanto en el campo como en el vestuario- y de regreso a su casa «sufrió» la euforia de los fanáticos.
Tras el partido y el festejo con sus compañeros, Messi pasó a buscar a Antonella Roccuzzo por una zona exclusiva del estadio y juntos se dirigieron al auto, estacionado en el estacionamiento del plantel, con el objetivo de regresar rápidamente a Castelldefels, la localidad ubicada cerca de Barcelona en donde viven. Pero no fue tan fácil. Cuando intentaron dejar el estadio, fueron abordados por un grupo de fanáticos. Quedaron inmóviles, cubiertos por la marea de personas. La mujer del N°10 sacó el celular y comenzó a grabar desde el interior. En ese momento se dio un divertido diálogo entre ambos, que a continuación transcribimos, pero que recomendamos mejor que lo escuchen (así es más genial).