El 7 de junio fue el día del periodista y hoy, a poco más de 30 años de haberme recibido, quiero reinvidicar a esta hermosa profesión que, en mi caso, es vocación pura, apasionada y “full life”.
Quiero valorar a los verdaderos profesionales y cuestionar a aquellos ex jugadores que salen a “hacer periodismo” – respeto a un par, Quique Wolf y Diego Latorre – osando dar cátedra de análisis, juzgando a colegas y directores técnicos, agrediendo verbalmente, con una soberbia totalmente improcedente e innecesaria. No solo le sacan trabajo al periodista que estudió como tal, rebajan la profesión, la lastiman, la achatan. Por ejemplo, el Patrón Bermúdez ahora tildó de fracasados a jugadores que ganaron 1 o 2 campeonatos locales en Argentina. A él le llevó casi tres años ganar un torneo local en nuestro país. Y si no lo saben, les paso su performance como DT – o profesor, como le dicen en Colombia, donde parece haberse llevado varias materias: En abril de 2010 fue designado como director técnico del América de Cali y lo echaron el 21 de agosto de 2010 (duró 4 meses). Vino a la Argentina, a Defensa y Justicia. Debutó el 20 de septiembre de 2010 y fue destituido el 24 de noviembre del mismo año, con esta campaña: 0PG, 5PE, 2PP. Mirarse el ombligo de vez en cuando no hace mal, antes de hablar mal de Guillermo o de Alfaro, no Patrón?
Otro pseudo colega comparó a Gaich con Martín Palermo e hizo alusión de que el pibe era hoy más que Martín, tomando esta altura de ambas carreras. Desde cuándo Palermo descolló en alguna selección juvenil? Se dio cuenta que comparó a un “nene” con el máximo goleador de la historia del Club Atlético Boca Juniors? Está seguro que llegará a triunfar Gaich? Opinaba lo mismo de promesas juveniles similares como Salaberry, Biagini o Pancho Guerrero? Nadie lo sabe, pero al dimensionarlo de esta forma exagerada y rebuscada, le está haciendo un mal al chico al cargarle una mochila innecesaria y está compitiendo con Lily Zullos u Horangel aventurando sus próximos 20 años de carrera. Tengan cuidado con estos personajes que se hacen llamar periodistas, pero, en realidad, son meros “tirabombas” que solo buscan generar “Zócalos televisivos” que trasciendan.
Estoy cansado de que algunos tilden a ciertos dt como amarretes o defensivos en yuxtaposición con aquellos que “siempre tienen una propuesta ofensiva, mirando el arco de enfrente“. No sean tan tajantes, no prejuzguen una y otra vez. Liverpool acaba de ganar una Champions League porque hizo un gol a los 2 minutos de juego y se dedicó a cuidarlo. No fue el equipo vertical y ofensivo que supimos alabar. No, se plantó en el medio, inteligentemente le cortó circuitos al rival, manejó la pelota en forma correcta y dejó correr los minutos. Recién al final, en los últimos 20, el Tottenham mediante el koreano o Llorente, se dio cuenta que tenía que saltar líneas para insinuar algún peligro, pero ya fue muy tarde. Pero hasta ahí, Liverpool no fue el equipo ofensivo que “busca el 3ro antes que el 2do”, que siempre mira el arco de enfrente. Nadie come vidrio. Todos quieren ganar y más una final. No se dejen engañar cuando esos mismos periodistas tildan de defensivos a DT como Mourinho, Simeone, Falcioni y no admiten que muchos otros “ofensivos” hacen lo mismo cuando tienen que jugar algo importante.
Quiero un periodismo que no confunda información con opinión. Que sepa distinguir entre uno u otro. Que no se autoproclame como el gran calificador de tal o cual equipo diciendo “es el que mejor juega”… Para quien? Para vos porque te gusta tal estilo, pero no necesariamente es el de todos.
Quiero un periodismo que proclame la imparcialidad sabiendo que jamás podrá demostrar objetividad. Todo el mundo es subjetivo, es imposible ser objetivo. Yo estoy escribiendo este texto de una forma determinada, a “mi manera”, con mis palabras y mi estilo. Lo que sí busco es ser imparcial, no tomar partido, tratar de informar, de analizar, de brindar datos y estadísticas. Es que ayer, hoy y mañana, los números gobiernan al mundo y cuando uno usa información numérica, el dato se vuelve incontrastable, verdadero y empírico.
Quiero un periodismo que prejuzgue menos y juzgue más. Que no califique según la persona y sí que lo haga sobre hechos y evidencias. Que no haga shows mediáticos ni invente bombas ni genere rumores. Un periodismo analítico, proactivo, crítico con fundamento, rico en anécdotas, medido y categórico, sin doble mensaje ni engaño.
En fin, y como corolario, quiero revalorizar la tarea de ustedes, los lectores. Como la de los oyentes, televidentes, escuchas. Sin los lectores los periodistas no existimos. Yo escribo para que me lean. Y celebro escribir – es mi pasión, se los dije, no? – pero tanto o más celebro que me cuenten que me leyeron. Y siempre recibo sus comentarios proactivamente: “te olvidaste de fulano”, “yo pensé el tema desde otro punto de vista”, “interesante el dato que tiraste”, “se lo leí a mi familia”, “me sirvió para un momento de vida que estaba un poco bajoneado”. No saben lo mucho que aprecio todos y cada uno de vuestros comentarios. Una nota sin lectores es como un partido de fútbol sin público. No tiene gracia, no tienen emoción, casi que no tiene razón de ser. Por eso, gracias a ustedes… y Feliz Día, Lectores. Sin ustedes yo jamás podría seguir haciendo Periodismo.
Orgulloso de ser Periodista