Esta semana, la Champions League nos ha demostrado que nunca hay que darse por vencido. Por un lado, Liverpool tenía que remontar un 0-3 vs el poderoso Barcelona de Messi y su ballet. A sabiendas que, además, con un gol culé, la necesidad trepaba de 3 a 5 goles y solo había 90 minutos para lograrlo! A prima facie parecía una empresa casi imposible de concretar. Pero Jurgen Klopp preparó a sus dirigidos con una notable mentalidad ganadora que se tradujo en cómo jugaron durante los 90 minutos, la concentración que mostraron, la presión permanente, la ejecución de lo planificado. El resumen lo mostró la remera que tenía Salah: “Never Give Up” , o sea nunca te rindas. Ser y parecer. Mostrarlo y sentirlo. Leerlo y aplicarlo.
Pero el gran DT – a mi entender uno de los 5 mejores del mundo en la actualidad – se preocupó por sumarle otros detalles adicionales significativos. No contaba con Salah, una de sus grandes figuras, ni con Firmino, temible goleador. Liverpool no los extrañó, al contrario, mostró más que nunca un verdadero espíritu de equipo, donde el todo fue mucho más que la suma de las partes individuales. Justamente ese fue, y es, uno de los defectos más marcados en este Barcelona de Valverde: es demasiado “Messi-dependiente”, depende muchísimo del 10M.
Según varios medios ingleses, luego de analizar el encuentro de ida y más partidos del Barcelona, Klopp dio instrucciones a los recogepelotas. Había notado la mala costumbre del Barsa de quejarse a los árbitros cada vez que había una decisión discutida en su contra, y ahí detectó una oportunidad. De esta manera, todos los recogepelotas recibieron la orden de entregarle a los jugadores del Liverpool lo más rápidamente posible el balón. Así fue que Oakley Cannonier, a once minutos del final, le dio a Alexander-Arnold el balón para que mediante un centro rápido el “desconocido” Origi concretara la hazaña y lograra el 4to de los Diablos Rojos. No sería extraño que veamos al pequeño Cannonier en la final de la Champions, en Madrid, aunque, seguramente, no dentro del campo de juego.
Y en la otra semifinal de Champions también se aplicó “la regla” citada. Tottenham tenía que remontar un 0-3, de visitante y le quedaban apenas 45 minutos. Y lo hizo! Cuando fueron al vestuario en el entretiempo con esa diferencia abajo, saben qué les dijo Mauricio Pochettino? (puedo afirmar que hoy comparte podio con Simeone y Gallardo como los mejores DT argentinos de la actualidad? O me estoy olvidando de Scaloni y Sampaoli? – es un chiste, por supuesto). Les dijo que no todo estaba perdido, que aún faltaba un tiempo, que había que hacer un gol, “con un gol, estamos en carrera, hay que hacer un gol y estaremos nuevamente en partido”. Y Lucas Moura no solo le hizo caso, se entusiasmó y triplicó la apuesta. Mauricio cambió – caramba, qué coincidencia!- estructuralmente hablando, pasó a jugar distinto, a saltar líneas, a meter presión alta, y Ajax lo sintió, se incomodó y claudicó. Obviamente no le quedaban muchos más recursos a los Spurs, pero lo valioso es que se animó a hacerlo y lo llevó a la práctica con inteligencia, voluntad y convicción. Y mostrando un espíritu guerrero que hizo olvidar la ausencia de Kane y que reflotó la actualidad de un plantel que no sumó grandes figuras en el último año ya que destinó sus ahorros a terminar de inaugurar su nuevo e imponente estadio. No olvidemos que ya había mostrado garra y amor propio cuando eliminó al Manchester City en unos cuartos de final, no apto para cardíacos.
Dato de Color. Cuatro equipos ingleses serán los protagonistas de las dos finales, hecho inédito para la Champions y Europa League. Como ven, no todo es azar o casualidad en materia de fútbol. Hace varios años que la Premier League es la liga más competitiva y atrayente del mundo futbolístico. Y este hecho singular no hace más que validarlo. Los Beatles de Liverpool frente a los Spurs de Tottenham (ex Ardiles y Villa, se acuerdan los viejitos?) por la Champions. El Chelsea de Sarri y Hazard (con Higuaín despidiéndose?) vs el Arsenal de Emery y la potencia goleadora de Aubameyang en racha) por la Europa. Más que nunca, es difícil hacer un pronóstico en ambos enfrentamientos, porque son equipos que se conocen demasiado. De esta forma, hay más ingredientes a la hora de analizar previamente qué puede pasar: la presión, la rivalidad, la historia reciente, el conocimiento de las fortalezas y debilidades, las mañas, el público, la prensa, la larga previa…. Siempre que hay duelos de copas entre equipos de la misma nacionalidad, el interrogante sobre el resultado es aún más incierto, no lo duden. O sea, pronóstico reservado para ambos partidos.
En otra dimensión futbolística, mucho más baja, por supuesto, Boca ayer también aplicó “el título de la nota”, fundamentalmente, gracias al ingreso de Carlos Tévez. Algo así como si fuese Tecnología Europea aplicada a la Industria Nacional. Esperemos seguir viendo muchos casos más. Estos son buenos ejemplos, hay que imitarlos. Si en Europa se consigue, por qué acá no? Salvo si van a un súper chino a comprar crema de leche… ahí sí, si está “vencida”, no insistan…
Saludos sin fecha de vencimiento