UN TRIUNFO DE ARCO A ARCO

Por fin podemos volver a gritar “Argentina, campeón mundial”. Por fin podemos celebrar y disfrutar de haber ganado por tercera vez en la historia un nuevo mundial de fútbol. Por fin podemos dar rienda suelta a esa pasión que nos genera este deporte a lo largo y a lo ancho de nuestro territorio.

Qué gran partido jugó Argentina hasta el minuto 79! Sin dudas, Argentina dominó el primer tiempo dando una clase de cómo se juega una final. Tuvo un gran juego, fluidez, asumió enseguida el carácter de protagonista y actor principal y demostró una superioridad absoluta en todo el campo de juego. Y cuándo parecía que llegaba la consagración mucho más fácil de lo imaginado, cuando veíamos más cerca el arco del triunfo y la consagración, apareció, primero el penal a los 79, y luego el gran de Mbappe a los 81… Y nos desmoronamos anímica, física y deportivamente. Fue un baldazo de hielo seco y duro, ni siquiera de agua fría. Un shock terrible. Era difícil asumir cómo nos habían empatado en dos minutos un partido que ganábamos con autoridad y absoluta confianza. Es que Francia mostró muy poco en los 90 iniciales. Se vio obligado a hacer dos cambios a los 40 minutos de juego, inaudito para una final, nunca visto. La entrada de Thuram y, especialmente, de Kolo Muani le dio resultado a Deschamps en el segundo tiempo. Tomó una decisión difícil, asumió el riesgo y le salió bien. Ayudaron a que emerja ese poder de gol que siempre tuvo el equipo de la Marsellesa en este mundial.

Arrancó el suplementario y, de a poco, como contra Holanda, Argentina empezó a absorber el shock. Pero ojo, enfrente estaba un equipo agazapado que salía rápido de contra y era capaz de hacer daño. Llegó el gol de Messi gritado con delay por las dudas con el offside de Lautaro y si la pelota había o no traspasado la línea de gol. Y fue válido, la pelota entró en un nuevo arco del triunfo y, enseguida, explotamos en un grito ensordecedor y cuasi definitivo, pero… Otro penal bien cobrado para Francia, que Mbappé transformó en gol con el Dibu yendo al otro palo y nuevamente la desazón.

Qué otra cosa puedo hacer? Diría Cerati… Si me embocan, moriré!

El tango Naranjo en Flor dice “… Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamiento…”. Yo diría que en ese final del suplementario, para ser fan de la Selección Argentina de Scaloni, “…Primero hay que saber sufrir, después rezar y después sonreír, y al fin festejar sin miramientos…”

Y vaya si sufrimos cuando Kolo Muani quedó mano a mano vs el Dibu y el gran arquero argentino le tapó el gol con una atajada de handball en el minuto final que hubiera sido el minuto fatal del suplementario, del partido y de nuestro fatídico mundial.

Llegó la hora de los penales. El sorteo quiso que fuéramos al arco más argentino del estadio. Y Francia eligió patear primero. Una vez más, apareció la gran figura de nuestro arquero, de nuestro Dibu Martínez. Casi ataja el de Mbappé, atajó el segundo, hizo tirar afuera el tercero. Realmente el arco del triunfo fue el del arquero que parecíó achicarse cada vez que enfrentó a los pateadores franceses. Inmenso lo del Dibu, en toda su expresión. Argentina metió los cuatro: Messi volviendo a esperar a que Lloris eligiera y cambiándole el palo, Dybala – entró para esta misión -pateando fuerte al medio, Paredes fuerte y esquinado con Lloris sin llegar a tocarla y Montiel – el mismo que había cometido la mano penal para el segundo empate francés, dio cátedra de penal definitorio cambiándole el palo al portero del Tottenham Hospur con una frialdad admirable. Y el festejo fue una descarga interminable. Un grito alocado con puños muy apretados y con saltos, abrazos, sonrisas y lágrimas, plenas de emociones.

Me encantó el partido que hizo McAllister, el mejor jugador de campo a mi entender. Romero y Di María completan el podio y Enzo Fernández está por subirse… Pero el mejor jugador, el más trascendente fue, sin dudas, el Dibu Martínez. Achicó el arco en el último minuto y nos dio vida. Hizo lo propio en los penales y nos dio esperanza y confianza.

Un párrafo aparte para Scaloni y su cuerpo técnico: serio, profesional, ubicado, trabajador, responsable, idóneo, modesto. Una buena porción de este logro se lo debemos a él y a su prestigioso equipo de trabajo.

Qué lindo fue ver a Messi con su familia festejando, a Scaloni con sus hijos saltando y riendo, y a tantos otros jugadores acompañados de sus seres queridos. Me encanta que no duden en dar a conocer esos valores que yo comparto, máxime tomando en cuenta que son modelos o ídolos de mucha gente en todo el mundo y que ese accionar también forma parte de su ejemplo a seguir.

Es una alegría inmensa e inconmesurable. Yo tuve el placer de ver a la Argentina campeón en el ´78 y en el ´86. Ahora fue diferente, porque en el 2022 lo ví campeón junto a mis dos hijos, y eso no tiene precio. El regalo que nos han hecho Messi, Scaloni y sus amigos es impresionante, no lo olvidaremos jamás.

Decíamos que había que ganar todo post tropezón Arabia Saudita. Argentina lo hizo. Y no solamente lo logró, sino que lo justificó. Argentina jugó el Mundial de Qatar de menor a mayor. Y la final no fue la excepción. En la final jugó su mejor partido, por su funcionamiento, su dominio y como minimizó a su rival – el campeón anterior y gran candidato a quedarse con el título nuevamente.

Argentina ya tiene su tercera estrella. Argentina ha logrado una nueva conquista. No fue nada fácil obtenerla, tuvo que ir armándola triunfo por triunfo, paso a paso.

Vieron? Era como yo dije en mi nota sobre la semifinal. Al final, hubo recompensa. Tardó mucho, bastante. Tardó 36 años para la Selección Argentina y 16 (o 12 en realidad, tomando Sudáfrica como su “primer mundial en serio”) para Leonel Messi. Lo bueno y rescatable es que nunca se dejó vencer. Siempre sostengo que, ante cada tropiezo, hay que levantarse e intentarlo de nuevo, y eso no solamente en el fútbol sino que funciona en todos los órdenes de la vida. Les aseguro que muchas veces tarda demasiado en llegar, pero cuando lo hace se disfruta enormemente, se los digo por experiencia propia.

Acerca de

Periodista Deportivo recibido en el Círculo de Periodistas Deportivos en 1989. Socio vitalicio del Círculo de Periodistas Deportivos. Experiencia en radio, revistas y periódicos. Práctica de prensa en Copa América 1997. Conferencias Scaloni 2022/23 Cronista de los Premios Olimpia anualmente

Publicado en SIMBOLOS PATRIOS