Dejen de roVAR

Reconozco que muchas veces en la Copa Libertadores los arbitrajes han jugado un papel preponderante en ciertas definiciones. Recuerdo la final de la Libertadores 2001, partido de vuelta, Boca vs Cruz Azul, donde Abondanzzieri pudo haber sido expulsado por una falta afuera del área, no lo echaron y luego fue fundamental en la tanda de penales para ganar el partido y salir Bicampeón de la Libertadores (2000 y 2001), en cancha de Boca y dirigidos por Carlos Bianchi. Pueden preguntarle a Marcelo Tinelli dónde y cómo se alojaron los árbitros brasileños que dirigieron la final de la Libertadores 2014, partido de vuelta, entre San Lorenzo vs Nacional de Paraguay, donde el Ciclón se proclamó campeón, casualmente con un gol de penal del inefable Ortigoza. Es sabido que siempre ha habido arbitrariedades en la Copa Libertadores y que, en teoría, el VAR llegó como una medida para eliminar o reducir defectos, corregir errores o dejar de lado apreciaciones personales usando bien la tecnología. Nada de eso ha sucedido. Al menos en Sudamérica, el VAR no funciona de ese modo. Y ahí apoyo a JPV que viene criticándolo hace larga data. El VAR, aclaremos que es el uso de la tecnología a cargo de personas.  Lo subrayo para evidenciar que, salvo para indicar si la pelota entró o no al arco o salió en su totalidad del campo de juego, todos los demás fallos del VAR tienen responsabilidad humana. Es lo que los árbitros del VAR ven, dictaminan o encomiendan al árbitro del partido a revisar una jugada. Por este motivo, el VAR sigue siendo TAN arbitrario como el árbitro mismo de un partido, porque no deja de ser una decisión de una o varias personas, a veces, exagerando el uso de la tecnología.

La idea original era, ante una jugada dudosa, proponer:

  • ¿Vamos a ver qué dice el VAR?

Ahora, la sensación que me da en cada partido sudamericano que veo (Copa América – Libertadores – Sudamericana) es la siguiente:

  • ¿Vamos a ver qué encontramos en el VAR para anular este gol?

Lo viví hace poco en la Copa América cuando Argentina había hecho el segundo gol a Paraguay y cobraron un offside de una jugada anterior. Lo vivió Ríver cuando anularon el gol de Montiel en la semifinal con Palmeiras el año pasado. Y puedo sumar muchos ejemplos más.  

Otro punto que también muestra lo arbitrario que es el VAR es que, por jugadas idénticas, no siempre lo utilizan. Hemos visto expulsiones de jugadores que surgen luego de un llamado del VAR al árbitro para que observe y dictamine, a veces, cambiando su decisión original (Argentina vs Ecuador, cuartos de final de la Copa América, por ejemplo). Pero en otras jugadas similares no interviene. Ayer, por ejemplo, la repetición mostró un codazo de Hulk a Izquierdoz que merecía amarilla o roja. El árbitro no lo hizo, el VAR no lo advirtió y encima amonestó a Weigandt y a Nacho Fernández x empujarse.

En el partido de ayer, enseguida que hizo el gol Weigandt, el VAR empezó “a buscar qué podía cobrar para anular el gol”. Primero intentaron hallar alguna falta o choque con el arquero que perdió la pelota por salir apurado y mal, se le escapó una pelota fácil a la que llegó a destiempo. Luego, al no encontrar nada, empezaron a revisar si había offside. Y apareció la rodilla del Pulpo González. Eureka, deben haber gritado! Ya tenemos la excusa. Ahí fue llamaron a Ostojich para que revisara la jugada, quien, finalmente, pitó lo que pitó. Como ven, el VAR pasó de ser un fin, a un medio. De ser ideado como una posible solución a una jugada dudosa, pasó a ser el “elemento tecnológico”, el instrumento, el medio, que me permita anular tal o cual gol o situación no deseada. Uso el VAR cómo me conviene, cuándo me conviene, y si me conviene. Más arbitrario, imposible. Lleno de influencias, de presiones, griterío, desorden, con olor a sucio, digno de una confabulación. O sea, pasamos de “Guatemala a Guatepeor”.

Específicamente en la jugada de ayer tengo varias objeciones. Por un lado, no queda claro en la imagen del VAR con la línea roja, cuando muestran la rótula adelantada, si la pelota ya estaba en movimiento, o sea, si ya había sido lanzada x Villa. No se lo ve a Villa, raro, no? No me parece, tampoco, que el pulpo González tenga influencia sobre la jugada ya que al arquero se le escapa la pelota sin que nadie lo toque u obstaculice. Pero lo más grave, a mi entender, es que no puede considerarse offside una rodilla adelantada. Recordemos que el offside castiga a un jugador que está más cerca de la línea de meta contraria que el balón y el penúltimo adversario. El jugador de Boca está parado en la misma línea que el defensor, solo que, por una cuestión de arranque para picar, su rodilla está “en punta”. No está obteniendo una ventaja deportiva de 2, 5 ni 10 cm. Nada de eso, está igual que su marcador tratando de darse impulso para llegar antes a la pelota, que irá en profundidad. No puede cobrarse offside a esa jugada porque atenta contra el espíritu de la regla. Los dos están en la misma línea, uno puede estar más inclinado o menos que el otro, nada más. Lo mismo le hicieron a Lewandowski hace poco porque su “hombro” estaba adelantado. ¡De terror! Es una falla técnica grave de los referees cobrar ese tipo de offside. Es decir, no solamente se perjudica a un equipo, sino que se lo hace incumpliendo la regla y, más precisamente, el espíritu de esa regla. No pueden seguir cobrándose fuera de juego x hombro, brazo, cadera, rodilla, dedo meñique, uña encarnada o cualquier miembro que esté más adelante x una cuestión de pose, inercia, estética o “en sus marcas, listos…”. ¿Qué pasaría si, ante un tiro libre en forma de centro, los defensores inclinasen su torso hacia afuera (hacia el campo contrario), y de esa forma los delanteros que estén parados en la misma línea que los defensores, “aparecerían” con su cuerpo, codo, hombro, cadera, pelvis o cualquier otra parte del cuerpo “adelantado”? ¡Los e-gamers del VAR accionarían las líneas rojas y… listo! Offside consumado. Espero haber exagerado, aunque siento que muy pronto veremos escenas de esta índole. A lo que hemos llegado, como bien decía Hernán Castillo  – más que dignamente, tratándose de un perjuicio xeneize – “esto hace que el fútbol deje de gustarme”. A lo que nos están llevando, no?

Siento que este perjuicio a favor de un equipo brasileño no es casualidad. Tengo un firme presentimiento de que el campeón de la Libertadores tiene que ser brasileño. Ha quedado un jugoso saldo a pagar de parte de la Conmebol hacia Brasil, por haber sido el país vecino quien, en forma relámpago y luego del desistimiento colombiano y argentino x la pandemia, organizó una Copa América que se moría y desvanecía. De esa forma, logró salvar los intere$e$ (económicos y financieros, obvio) de la Conmebol. Por eso, el campeón de la Libertadores tiene mucho olor a samba, carnaval y Pao de Azúcar. Nada es casualidad en lo que a Conmebol se refiere.

Un cacho de cultura. Les informo que desde ahora hay un nuevo término en este moderno y contemporáneo lenguaje exclusivo: RoVAR, con “v” corta. Significa afanarte partidos con ayuda del VAR. Ha sido reconocido por la Real Academia Conmeboleana.

“La Conmebol, la Conmebol, se va a …”  terminen el cantito ustedes…

Firmado: Joao Pelé Valijanaro Jr. (dirigenchi de la Comisao Brasileira de Fuchebol)

Acerca de

Periodista Deportivo recibido en el Círculo de Periodistas Deportivos en 1989. Socio vitalicio del Círculo de Periodistas Deportivos. Experiencia en radio, revistas y periódicos. Práctica de prensa en Copa América 1997. Conferencias Scaloni 2022/23 Cronista de los Premios Olimpia anualmente

Publicado en PAREN LAS ROTATIVAS